Cita Previa

Sabina Cordoba

Si bien mi especialidad se dedica principalmente al área quirúrgica y evitar el dolor durante los procedimientos y procesos agudos, la decisión de tratar pacientes con dolor crónico nace tras la enfermedad de mi madre. Padecía dolores terribles, viví junto a ella la desesperación de no encontrar alguien que la aliviara, todo eran pastillas y efectos secundarios. Me prometí a mí misma que intentaría que esto no lo sufrieran más personas y es así como decidí comenzar un largo camino de estudio y formación específica con el fin de conseguir conocimientos y habilidades… quería la excelencia, como si fuera para ella… mi madre.

Comencé con el Máster en tratamiento del dolor en la Universidad de Sevilla, con un gran esfuerzo personal y familiar, durante dos años tuve la suerte de contar con reconocidos especialistas en el área de tratamiento del dolor. La formación fue muy completa pero aún quedaba mucho camino por recorrer. Tras el máster comencé a tratar pacientes en el Hospital comarcal de Isla, adquiriendo experiencia y manejo de los pacientes con dolor.

La federación Europea del dolor acredita mediante un examen exhaustivo de dos días a los especialistas de países Europeos que cumplan con los requisitos de formación y titulación para acceder al Diploma Europeo de dolor. Durante esta formación aprendí a ver al paciente de una forma integral y holística, el paciente no solo es dolor: el paciente tiene una familia, el paciente trabaja, el paciente necesita recrearse… el paciente tiene un alma que cuidar. Tras mucho estudio conseguí el preciado diploma con la mejor nota de España.

Hasta aquí todo era manejo clínico de los pacientes, necesitaba aportar más soluciones, sin tantas pastillas. Ya había aprendido en el máster lo que era el intervencionismo en dolor, que no es más que procedimientos o bloqueos con diferentes técnicas para evitar y/o disminuir el uso de fármacos.

No contenta con la primera parte de mi formación, decidí expandir horizontes, quería aprender de la élite. Estuve en Estados Unidos y en el king's College de Londres aprendiendo todas y las más vanguardistas técnicas intervencionistas para el manejo del dolor desde la cabeza hasta los pies, en pacientes oncológicos y no oncológicos, en niños y en adultos. El cambio fue notorio, podía ayudar más y mejor.

Para acreditar esta formación era necesario pasar un examen práctico y teórico, se trata del Fellow of Interventional Pain Practice o FIPP que traduce subespecialista en el tratamiento intervencionista del dolor. En 2018 en la ciudad de Londres obtuve el diploma de FIPP, aquel que pocos consiguen ostentar, convirtiéndome en la graduada número 1080 a nivel mundial.

Ese mismo año, en el 2018 tras la insistencia de algunos pacientes en abrir una consulta particular donde pudieran acceder a otro tipo de tratamientos evitando listas de espera, decidí buscar un grupo de profesionales con los que trabajar en equipo ya que el tratamiento del dolor es multidisciplinar. No podían ser cualquiera, tenían que ser los mejores.

En Impuls encontré esa fórmula mágica, y no solo había uno, eran muchos con mi misma visión. Es así como desde entonces dedico un espacio exclusivo para valorar, cuidar y tratar a pacientes con dolor agudo y crónico en compañía de un grupo de profesionales también de élite y sin los cuales esto no sería posible.

Al mismo tiempo que abría la consulta en Impuls quise perfeccionar y acreditar mi formación con el uso de la ecografía, mi gran pasión. Finalmente en Estados Unidos conseguí la certificación de ecografista intervencionista en dolor o CIPS (Miami 2020).

Pero el cambio radical en la visión del tratamiento del dolor fue cuando descubrí la medicina regenerativa mientras estudiaba para sacar el CIPS, ya no se trataba de aliviar…ahora se puede curar, regenerar es curar. Pude ampliar mi abanico de tratamientos a pacientes más jóvenes, a deportistas y a pacientes que aún tenían la oportunidad de librarse de una cirugía y que antes esa oportunidad nadie se las ofrecía.

La medicina es una profesión de vocación y entrega, de estudio permanente en pro del bienestar del paciente pero también es necesario compartir esos conocimientos. Desde el año 2021 pertenezco por méritos al grupo de ecografía de Sociedad Española de Dolor (SED), desarrollamos investigación, actividades científicas y cursos de formación para las nuevas generaciones de especialistas en tratamiento del dolor.

Este largo camino de formación y experiencia que aún no termina, me ha permitido disfrutar y celebrar junto a muchos pacientes su alivio, su mejoría de la calidad de vida, el retorno a su trabajo y actividades recreativas, y en ocasiones hasta su curación.

Los principios básicos en el manejo de los pacientes con dolor son la formación, la atención humanizada y la visión integral del paciente. No se puede tratar ningún dolor sin primero estudiar su origen, y lo que es mejor aún, siempre pensar en cómo mantener ese beneficio a largo plazo y esto solo se consigue empoderando al paciente para que aprenda a cuidar de sí mismo y es así como lo hago.